Más horas de luz, más salidas!

El tiempo transcurrido entre las fechas de la última entrada y la que estáis leyendo denota la merma en la actividad de la asociación (sin contar al "presi" claro que sus piernas ya acumulan más km's que en las mismas fechas del año anterior... así que el señor del mazo no podrá darle matarile). Existen motivos varios (excusas baratas), lesiones (también practicamos deportes de riesgo como el pádel, el balonpié, u otros de carácter más lúdico [...] ).

Pero el buen tiempo, la mayor cantidad de horas de sol y mejor temperatura acompañan para aumentar el número y duración de las salidas. Este fin de semana "el presi" y un servidor se pusieron las botas, el casco y la crema solar para acometer la fantástica salida de Barcelona - Sant Llorenç Savall - Barcelona, salida que los miembros del Vallès conocen ámpliamente y realizan con elevada frecuencia.

Pero un servidor todavía no había probado las tan anunciadas butifarras del pueblo del Vallès Occidental al que tantas veces hemos llegado a intempestivas horas de la madrugada en largas caminatas desde el Matagalls. La salida empezó a avanzadas horas de la mañana en busca del río Besòs y recorriéndolo aguas arriba en busca de su afluente río Ripoll conduciéndonos hasta la sede de algunos de los miembros. El ritmo tranquilo de esta primera parte me permitió, no sin esfuerzo alcanzar el municipio de Castellar del Vallès y superar las asfaltadas cuestas que acercan a los ciclistas al pié de las temibles y empinadas cuestas del Puig de la Creu, En esta ocasión tomamos el último desvío hacia la izquierda en dirección a nuestro objetivo: la butifarra, claro.

Aviso para navegantes: pendiente elevada + camino de arenilla suelta + elevada velocidad en descenso = accidente seguro. Parece que algunos intrépidos jinetes de la región aún no han aprendido la lección y una ambulancia y un coche de bomberos tuvieron que atender una desafortunada caída más en el mismo tramo de camino entre el temible Puig de la Creu y Sant Llorenç. Recordad no somos cabras, nos podemos dejar dejar algo más que los dientes en una caída.

Para dar más emoción a nuestra jornada la llegada a nuestro destino se tuvo un retraso inesperado. A falta de 1km encontramos un todo terreno y sus ocupantes dentro de una zanja al borde del camino. Y bien, allí dos ingenieros dando apoyo al conductor, intentando que nuestro peso permitiera que la rueda delantera tuviera contacto en el camino (imaginaos 2 pesos pluma...). Suerte que enseguida llegó un ejército de motoristas llegó (Venga entre todos levantamos el coche, 2000kg, na! a 150kg por persona! Uh! Uh! Uh! Espartanos!!!). Bien la solución la aportó un tractor que trabajaba cerca...

Y por fin después de poco más de 40km la merecida recompensa, descanso y regreso a la capital viento en contra (vaya tela!) no sin antes disfrutar de la hospitalidad de los hermanos Moreno, un refrigerio y un rato estupendo. Muchas gracias compañeros!

Media 30cm... si es que la longaniza de la región...