Ruta del Contrabando (V)

5ª ETAPA: La Seu d'Urgell-Escaldes

Aquests de la Seu...

Buf... han pasado seis días desde que salí de Barcelona, ha habido más o menos dolor, pero el tiempo siempre me ha respetado. Ha sido cruzar la frontera y algunas gotas han empezado a mojarme... vale que ya me tocaba una duchita, pero tampoc calia!

A pesar de tener previsto salir de la Pensión Seu algo tarde (porque la acogida en Andorra no se esperaba hasta las 11:00), el día comenzó pronto -a las 7:15- pues los muchachotes (mira que està valent en Seu... xiquetes, que està solter!!!) que me obligaban a tocar mogrons cada día se tenían que levantar pronto para irse a cuidar de sus vacas... pues, como ya habéis podido comprobar no estoy muy bien de la azotea, me di el placer de levantarme con ellos y despedirnos como es debido. Debo agradecerles que me hayan cuidado tan bien, y a pesar de tener que ir a ayudarles con las vacas -bueno ayuda... si no puedo ni con una bala de paja!- me han dado buena acogida y, sobretodo, comida!!!

¡No tienen más que montañas!

Estuve haciendo tiempo hasta las 9:00, cuando me calcé las botas y me puse a tirar del carro... Aunque parezca mentira, desde la Seu d'Urgell hasta Andorra es todo subida. Tramo de carretera nacional con mucho tráfico, al que se le debe añadir que era sábado y que encima venía la Vuelta. En la frontera, los picoletos se preguntaban qué hacia un colgado como yo por ahí... pero no me pararon, ni si quiera la policía andorrana. Lástima, porque tenía ganas que me dijesen algo!

En el punto de encuentro, solo...

Valle tras valle, ¡qué agonía! No se acaban nunca, hasta llegar a Sant Julià de Lòria donde se abren un poco las laderas. Más adelante, Andorra la Vella que tras evitar la carretera principal, me puse a callejear... Algo perdido con tanta tienda, pero al final llegué al punto de reunión... media hora antes de lo previsto en Escaldes! Y ese tiempo es el que me hicieron esperar, bajo la lluvia -como os he comentado antes. Ese fue el primer momento en el que vi que aquí no existen las prisas, que todo tiene otro ritmo. Como me quedaba frío, decidí descubrir Andorra -como dicen los anuncios- por mi cuenta, así que subí un poco hasta ver que entré algo en calor... 16 ºC marcaban los termómetros de la zona!

Por fin me vinieron a recoger! A pesar de haber sido la etapa más corta de todas (apenas 30 Km), parece que la xiqueta que me dio cobijo no lo pareció suficiente y me estuvo exprimiendo bajo una lluvia torrencial... casi atropello a una vieja!!! Y detrás la pasta! Parecía que estuviese en GTA, porque aquí todo dios va follao!

Después de la paliza, me hospedé en la Pensión Crispi. Una ducha rápida y a buscar la Vuelta (sin que me ofreciesen una mísera birra... anfitrionas como estas quedan pocas ¬¬'). Tenía miedo y sufría por mi integridad física por dos motivos: el 1º, las velocidades con las que se circula en este pequeño país; y 2ª, porque no había otro lugar para ir a comer algo que el restaurante favorito del sector sabadellenco.

...y el después.

El antes...

Por motivos técnicos, no pude hacer fotos de la Vuelta... llamps i trons, y el aprecio a mi cámara no me dejaron plasmar la experiencia que es ver el sufrimiento en vivo y en directo -aunque yo también he sufrido de lo lindo en los 5 días que he estado encima de la bicicleta.

Datos de la ruta:

Distancia: 28.677 Km

Vel. Media: 18.9 Km/h

Tiempo: 1:30:54 h

Esto es lo que necesito yo...

Bien queridos lectores, aquí acaba esta magnífica experiencia. Os he ido narrando día a día las sensaciones, impresiones, situaciones -algunas graciosas otras dolorosas- y  estados anímicos que he sufrido y disfrutado a lo largo de más de 300 Km (¡qué vuelta más tonta!), desde Barcelona hasta Andorra. Estos kilómetros me han permitido pensar, relajarme (mira que soy raro, cansarme me relaja¿?), descubrir y sobretodo disfrutar de unos paisajes maravillosos.

...aunque algunos no pueden soportar la soledad, no hay nada mejor que soportarte a ti mismo...

*

La mestresa de la Pensión Crispi, la Srta. Crispi, me ha organizado todo el fin de semana. El mismo sábado, después de la Vuelta teníamos cena en un restaurante que a pesar de no haber ningún plato típico en Andorra, se come muy bien. He vuelto a comprobar que la gente del norte son un poco flojuchos... no soportan el frío, y encima les gustan lo locales algo raros... ¿Que no hay bares heavys? Cagüen...

Al día siguiente me querían obligar a levantarme pronto -a toque de diana en la Pensión Crispi- porque el 8 de septiembre es la fiesta nacional de Andorra (ves Crispi, algo de historia de tu país...). Una de las tradiciones es una caminata desde la casa de cada uno hasta el Santuario de Meritxell, donde van a cantar y cosas religiosas -muy respetables, como la mía de no asistir...-, y un almuerzo gratis eh! que no caté... Menos mal que Crispifriends tienen otra tradición, comer creppes y patatas bravas! Para que luego digáis de mi birra+aquarius (®Medley).

Algunas imágenes de este pequeño país...