Después de unos días de turisteo por Estocolmo siempre con
nuestras queridas bicicletas (ejemplar
cultura ciclista en Suecia con carriles bici por toda la ciudad y rutas por
todo el país, con un gran respeto entre ciclistas y automóviles), y alguna ruta
menor a Nacka decidimos hacer una ruta al parque nacional de Tyresta.
Nackareservatet |
Euskaltel siempre presente |
Aunque Suecia es un país prácticamente plano, el terreno es un rompepiernas constante de subidas y bajadas, un terreno que impide llevar un ritmo constante. Salimos después de un buen plato de pasta cortesía del presi, tocaba llegar a Tyresta y montar la tienda de campaña.
La bici con motor |
Las burras |
Después de 37 kilómetros llegamos a la entrada del parque
nacional, nos adentramos a una zona boscosa preciosa sólo con el acompañamiento
de algún ciclista despistado y algún excursionista perdido por la zona. Después
de equivocarnos en el camino a tomar (si hay que poner un pero, es que los
mapas y señalización son escasos) decidimos acampar cerca del lago Arsjön. Una
vez montada la tienda, cenamos y ya sólo nos quedaba disfrutar de un paisaje de
belleza singular con las aguas del lago bañadas por los últimos rayos de un sol
que se resistía a dejar paso la noche. Hicimos algunas fotos para atrapar la
belleza de la puesta de sol.
A las mejores puestas de sol siempre se llega en bici |
Una vez cayo el último rayo de sol, toco meterse en la
tienda de campaña y saborear el hechizo de la noche repasando los mejores hits
del 2015 con un festival de luces rojas.
Después de pasar una noche con bastante fresquito, maldito
saco ultralight del decarton, tocó diana del presi, tenía ganas de machacarme,
como Ac no había asimilado los esfuerzos previos y toco sufrir, sufrir y
sufrir.
Felino desconocido |
Antes de volver a Estocolmo, fuimos a Arsta Havsbad, para
ver el archipiélago, un lugar precioso con unas vistas muy bonitas.
Acmm power |
En el camino de vuelta, hicimos parada y fonda en Sandsborg, para degustar el chopped sueco mezclado con salsa sueca….Prefiero otras cosas suecas y no me refiero a las albondigas del Ikea.
Chopped |
Al final más de 115 kilometros en menos de 24 horas que nos permitió
descubir una parte del sur de este país escandinavo repleto de lugares llenos
de belleza.
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