Sí, sí. Habéis leído bien, esta es la tan ansiada crónica zombie del pasado Stage en Olot.
Esos días, yo fui tranquilamente con mi mazo para dar algún susto a quien se despistrara o se descolgara por el camino, pero el primer día me jugaron una mala pasada, porque los miembros de ACMM salieron a horas distintas, por lo que no supe -hasta última hora- a quien dar el primer mazazo... pero siempre está #MrPotato ayudándome en mi trabajo y se dejó caer en la subida al Coll de Santigosa.
El lugar del alojamiento era, para mi gusto, encantadoramente abrumador. Lúgubre, entre árboles grandes y con ese aspecto añejo que le da un toque mágico. Yo estaba encantado, pues como no pude mazar a nadie con la virulencia que me gustaría, por la noche jugaría una baza que hasta ahora no había tocado: minar la moral.
Me introduje en el cuerpo de uno de los miembros para aprovechar la coyuntura del lugar e impartir mazazos morales -no pensé que no dejar descansar bien al personal me produciría tanta alegría. Cuando los móviles y las conversaciones se apagaron, yo activé a mi títere para que de vez en cuando hiciese algún ruido -los gemidos iban a cargo de #MrHazmelotu- o algún movimiento.
Las primeras veces no causó el efecto deseado, todos pensaban que eran imaginaciones, sueños o lucubraciones provocadas por la casa. Pero cuando se repitió, mis queridos massones comenzaron a temerse lo peor.
Como fue la primera vez que ataqué de esta manera -totalmente improvisada-, no tuve tiempo de reacción ante los ataques hacia mi lacayo. Todos pensaron al día siguiente que lo habían soñado o que eran cosas normales de la casa, pero poco a poco, durante el viaje hacia Girona, comenzaron a ver la realidad y todo lo sucedido durante la noche del 6 al 7 de abril fue real. Lo malo es que ahora ya saben como acabar con este tipo de mazazo... la conclusión es que es fácil acabar con los zombies -y se cuentan cómo entre ellos...
Monsieur Massó
2 comentarios:
Jajajajajaja muy grande!! Falta tú apartado: consultorio sentimental ACMM, este ya lo escribo yo.
Tengo una muy buena para ti, #MrHazmelotu. La llamaré "El muro de los gemiditos" o "Qué gustito, qué placer, andar en la cocina"
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