ACMM es una asociación que quiere fomentar el uso y disfrute de la bicicleta, pero ello debe ir acompañado de una serie de medidas por parte de los usuarios -nuevos o no- para poder circular con toda seguridad.
El ciclismo, sobretodo el de carretera, es un deporte que tiene una elevada peligrosidad por el hecho de compartir la vía con vehículos que circulan a una velocidad diferente. El ciclismo de montaña tampoco está exento de peligros, las caídas son más frecuentes y la circulación de vehículos a motor -motos de cross y quads- puede acarrear lesiones graves, e incluso finales indeseables.
Por ello, antes de salir en bicicleta debemos tomar una serie de medidas para protegernos:
Uso OBLIGATORIO del casco, cuyo objetivo es proteger al ciclista de lesiones graves en la cabeza en caso de accidente o colisión con otro vehículo.
Uso de guantes, aunque puede parecer una tontería este sencilla prenda nos permite tener mejor agarre del manillar y protegernos de abrasiones en caso de caída. Recordad que instintivamente antes de caer siempre intentamos poner las manos.
Uso de gafas de sol, por dos motivos: el primero, porque nos dan mayor seguridad al evitar la entrada de polvo, insectos y otros elementos durante nuestra marcha; y segundo, porque evitan en gran medida el cansancio de los ojos y el sobreesfuerzo al tener que "achinarlos" cuando hay mucha claridad.
Uso de ropa retroreflectante, en la actualidad casi todos los fabricantes de ropa ciclista -y complementos como mochilas- incorporan elementos que brillan al ser iluminados, pero no está de más llevar siempre prendas claramente distinguibles y evitar colores oscuros (sobretodo de noche).
NO usar dispositivos de música o similares, pues el oído es vuestro segundo mayor sentido cuando andáis en bicicleta. Este os previene de los vehículos y puede avisaros de lo que sucede a vuestro alrededor.
A continuación una serie de normas básicas de convivencia y algunos consejos:
Recordad que NO estáis solos en la carretera o camino, respetad las señales y demás usuarios de la vía.
Circulad, en caso de existir, por las zonas habilitadas a tal fin.
Programad la ruta y si tenéis dificultades para orientaros, llevad un mapa o un GPS.
Llevad con vosotros grandes cantidades de líquido (más de 1 litro, 2 en verano) y algo de alimento sólido para evitar desfallecimientos y el cansancio. Si la salida es larga, buscad con antelación puntos de avituallamiento (fuentes públicas, bares...).
En caso de salir solo, siempre llevad un teléfono móvil, dinero suficiente para poder solventar problemas básicos (llamadas, Tte. público o compra de alimentos...), informad a donde tenéis pensado ir y llevar encima un kit de reparación básico.
Al circular en grupo: por carretea, hacedlo por parejas (dos filas) para hacer el grupo más visible, en subidas circular lo más a la derecha posible y en bajadas ocupad todo el carril para evitar adelantamientos inesperados y para poder trazar mejor las curvas (RECORDAD que el descenso no es una carrera); por montaña, no circular a gran velocidad por senderos, pararse siempre que bajéis y os encontréis a otros usuarios de la vía (sobretodo ciclistas), avisad de la cantidad de unidades que compone el grupo y circulad por la derecha siempre que subáis.
Lo más importante de todo es que si queremos ser respetados, primero debemos comenzar por respetar. Recordad que nuestro cuerpo es la carrocería y que nuestras heridas no son "chapa y pintura".
Para finalizar, queremos dar continuidad a gran iniciativa nacida en las redes sociales, sobretodo en Twitter con el hanstag #respetoalciclista.
Campañas
Después de muchos lamentables acontecimientos, que nos hacen reflexionar sobre el deporte que más nos llena, nos sumamos a la campaña "Metro y medio".
No importa lo que cueste, tenemos que conseguir concienciar a los usuarios de la vía pública que el ciclista no tiene más protección que la otorgada por un comportamiento cívico y respetuoso entre ciclista y conductor.
El compañero de fatigas @arp_corleone no hizo llegar este vídeo de concienciación para todos los usuarios de la vía pública, tanto ciclistas como conductores.
Esperamos que os sirva también de motivación.
El casco
Como ya se ha expuesto en este apartado, el uso del casco es obligatorio. Pero no basta con llevarlo en la cabeza cual sobrero, debe ajustarse para que cumpla su función: proteger la cabeza en caso de colisión. No importa la marca del casco, todos deben cumplir las exigencias de la UE para poder ser vendidos (OJO con los cascos de importación, sobretodo de tiendas freeshipping).
No existe una relación clara entre el precio del casco y la seguridad que aporta, pero si en cuanto a la calidad de los materiales y a los estudios y pruebas que se han llevado a cabo para su homologación. Los cascos para ciclismo son elementos fabricados con porexpan expandido, pues proporciona ligereza y una alta resistencia a los golpes. Este material se recubre, por la parte exterior, por plásticos -de mayor o menor calidad, no solo para darle el toque estético que nos haga declinar por uno u otro, sino para aumentar la rigidez del conjunto. Así mismo, una serie de correas y otros elementos permitirán fijar-ajustar el casco en nuestra testa. Antes de empezar a describir los ajustes en nuestro casco, debemos tener presente una serie de aspectos:
El casco solo protege la cabeza, pero no tiene porqué evitar lesiones en ella debidas a otros elementos o derivadas de un impacto.
Si el casco ha sido golpeado, presenta abolladuras, grietas, etc., debe ser reemplazado.
También debe reemplazarse cuando tenga mucho "trote". Los fabricantes aconsejas que se haga cada 3-4 años, pues el porexpan pierde propiedades a lo largo de su vida. También es aconsejable cambiarlo cuando el ajuste no sea perfecto (un casco, sin ajustar el barbuquejo, debe ajustarse sin moverse en exceso ni caerse de la cabeza).
Y, por último, debemos tomar todas las precauciones para evitar, en la medida de lo posible, los accidentes y cumplir el reglamento de circulación.
¿Cómo ajustar el casco?
Después de elegir el diseño y color que más nos guste, debemos determinar la talla. Es muy importante que no os apriete mucho ni que vaya muy holgado. En el mercado existen muchos tamaños en función de la marca, por ello es recomendable comprar uno que encaje bien en vuestra cabeza y que os haga sentir cómodos. Esto permitirá que no se mueva en exceso hacia los lados ni hacia adelanta y atrás.
1. Posición del casco
El la marte más importante, pues la alineación del casco con la cabeza debe ser adecuada para cumplir su función y proteger las partes más vulnerables en caso de accidente. Debemos asegurarnos que la parte delantera esté a la misma altura que la trasera, como podemos observar en la imagen.
2. Las correas Este ajuste nos evitará el movimiento del casco hacia delante y hacia atrás. Por ello, las correas no deben dejar mucha holgura con la parte lateral de nuestra cabeza y la parte inferior. El barbuquejo no debe apretar demasiado, simplemente debe ejercer una ligera presión sobre la unión entre el cuello y la cabeza. Las orejas deben quedar fuera de de las correas. La evilla de cierre y las correas sobrantes, que no deben cortarse nunca, son elementos muy molestos, por lo que deber situarse adecuadamente.
3. Ajuste preciso Por último, el ajuste de cierre posterior. Cada fabricante utiliza el suyo, pero en definitiva todos cumplen la misma función. Se recomienda ajustar el sistema hasta que note una ligera presión en la parte frontal y posterior de la cabeza, es en este momento que el casco se encuentra bien ajustado. Se comprueban de nuevo las correas y la comodidad del mismo.
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