En esta nueva entrada del blog, vamos hablar de bicicletas urbanas
clásicas, aunque los miembr@s de la ACMM disfrutamos de nuestras mountain bikes,
de bajar y subir trialeras, de ascender grandes puertos tenemos nuestro lado
más urbano, y que mejor manera que hacerlo que presentando un trío de bicis.
En los últimos años las ciudades se están adaptando
paulatinamente al uso de la bici mejorando la convivencia entre coches,
personas y ciclistas que apuestan por un medio de transporte económico, ágil y ecológico.
Muchas son las personas que optan por comprarse una bici
urbana nueva, pero si tienes paciencia y un pelín de suerte te puedes encontrar
auténticas joyas para tus paseos urbanos.
Si no me crees te
presento la BH happy clássic de los años 70 encontrada en un contenedor de
basura en Benasqué en un estado impecable, una bici preciosa con sus luces
traseras y delanteras, que incluso se puede doblar para ocupar menos espacio,
una auténtica maravilla.
En ocasiones, hay que restaurar la bici y hacer una pequeña
inversión en dinero, para restaurar una bici que ha permanecido guardada en un garaje
años y años, nada que no pueda solucionar un poco de paciencia y visitar
tutoriales en youtube para conocer por ejemplo cómo ajustar transmisiones que tienen más de
40 años. Por desgracia, en ocasiones, el mal estado de la bici nos impide
incluso conocer que marca y modelo de bici es, como es el caso de esta segunda
bici.
La tercera, una
preciosa Orbea, que pude conseguir gracias a un vecino que tenía arrinconada la
bici en un garaje, una Orbea modelo Eibar (para los arlequinados una ciudad que
nunca podremos olvidar) del año 1968. Una urbanita que permite volar por las
calles y hacer kilómetros y kilómetros con una insultante facilidad.
Aunque la fátiga se refleja en sus pinturas, cuadros y
transmisiones, estas viejas máquinas, siempre sobrevivirán al paso del tiempo