Compañeros!!!
Hoy, a primero de noviembre en el día de todos los Santos, ha tocado todo un clásico, la subida al Rat Penat. Ya la antipó Rubén en el post
Nuestra Bola de Mundo, donde comparaba ambas ascensiones y a falta de pan, buenas son tortas, porque todavía nos queda ir a la Sierra Madrizleña para subir a más de 2000 metros.
Un día típico otoñal, con apenas 20 ºC de temperatura y un vientecillo que acariciaba nuestras piernas, hemos comenzado la subida desde Castelldefels Rubén, Pedro, David y Medley. Algunos de ellos haciendo trampas -si os fijais en las fotos, los pneumáticos son ligeramente más lisos.
El kamikaze de Pedro ha salido muy fuerte, eluyendo algunas señales... las rampas son suaves al principio y poco a poco van cogiendo pendiente. Los dos primeros kilómetros son los más duros, en cuyas rampas todos, repito, todos han claudicado, recibiendo la visita de nuestro queridísimo Monsiuer Massó. Eso sí, Medley mientras tanto se tomaba unas cañas con él. Dolor y sufrimiento, mucho sufrimiento.
Ese no fue el único momento que algunos han tenido que volver a poner pie a tierra y aunque ya se pasó lo duro, las fuerzas menguaron. Llegados al cruze, pasamos la primera barrera. Con un asfalto mucho más rugoso, llevar ruedas lisas o de montaña apenas marcaba la diferencia. Zayas a su ritmo, Pedro insistía en que teníamos que coger a Rubén, que en un astuto movimiento subía y subía... Bueno, tras un vacio mental, llegamos arriba.
Al final fue Medley quien llegó primero, era de esperar. Dura, muy dura se hizo la subida para algunos, pero el descenso fue lo que más les gustó a aquellos que subiendo no pudieron. Aquí os dejamos unos multimedias.
...es un pájaro, es un avión, no es Monseur Massó...